miércoles, 5 de septiembre de 2007

Sobre y bajo la corona

No he oído, ni leído, todavía un gracias por parte de la familia real española. Ello no quiere decir que no las hayan dado. No siento que (debamos) deba nada a los reyes de España, y no porque no hayan hecho nada en favor de mí (del pueblo español, a la Historia me remito), sino porque en la balanza del debe y del haber, creo yo que el primero pesa más. Ahora, hace unos días, un servidor de la corona va y juzga como ofensivo un chiste gráfico que, a su modo de ver, falta al heredero, a la futura reina y a lo que representan. ¿Dónde estaba esa servidumbre cuando se instauró la Inquisición española? ¿Dónde estaba cuando se disputaban la corona (el poder) dos o tres de sangre azul con guerras cuyos muertos sí eran reales teniéndola roja? ¿Dónde estaban cuando se lapidaba todo el oro robado en Hispanoamérica, mientras nacían por hambre los pícaros? ¿Dónde estaban …? Al fin y al cabo, lo de hace unos días era tan solo humor. De lo que yo hablo y les acuso no es, ni fue, broma. ¿Han pedido perdón alguna vez los borbones, o cualquier otro linaje real? ¿Han dado las gracias a los que les admitieron como representantes para la eternidad de un pueblo que más les ha sufrido sin que tuvieran estirpe española? (el primer Borbón en España fue Felipe d'Anjou, nieto del rey francés Luis XIV). Los borbones llevan menos en esta tierra que estuvieron los árabes, pero éstos últimos tienen muy mala prensa. Eso sí, Juan Carlos estuvo en su sitio cuando el tejerazo. Eso sí que se publica y grita continuamente. Gracias, señor rey, gracias por dejarnos ser demócratas (¡qué cojones!), porque usted y los suyos nos imponen, con el subterfugio de una constitución, sus herederos. Otra cosa es que yo sea republicano y quiera elegir a quien me represente, más por no votar a quien puede hacerlo mal que por otra cosa. Ahora bien, el negocio no es tan importante como para llegar a las manos. Ahora se descuelga el gachó con el fichaje de un interventor que no hará público nada. ¿Será que piensa el buen rey que le engañan? Mas, ¿quién engaña a quién? No es nada personal, es cuestión de ser consecuente, es cuestión de ver una fisura en una democracia donde se hereda la representación del Estado, y en el que no todos tenemos las mismas oportunidades, principio básico de la democracia. Yo quiero que mi hijo o mi hija (cualquiera de nuestros hijos, es decir, cualquier hijo de vecino) tenga la posibilidad de llegar a ese cargo, nada más.
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PD:- ¿Dónde se ha visto que un hijo se pase por el forro los derechos (?) de un padre y no sea criticado, sino ensalzado?

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