jueves, 24 de enero de 2008

Son las cinco y pico de la madrugada

Y yo con estos pelos.
Ahora fumo más que cuando fumaba. Mañana lo dejo otra vez.
Se me ha olvidado dormir.
Tenía en la cabeza los recuerdos de cuando era capaz de ser Tarzán de los Monos a la vez que el Capitán Trueno, y nadie me tomaba por loco.
Me he puesto a escribir. Ocho líneas a lo más. Me sale el post de “Mis recuerdos”. Corrijo, y así me dan las uvas, pero de mañana.
Hoy, ser padre, amo de casa, cocinero (mañana lasaña para comer), escritor de pacotilla, compañero, chico de los recados, etc., ya no tiene gracia. Ni en un mismo tiempo, ni por separado. Tampoco me toma nadie por loco, sino por otra cosa que ni miento. Y lo peor es que no quiero ser ya ni el Rey de la Selva, ni Crispín. Lo tengo más difícil, pretendo ser yo mismo. Y, a veces, lo consigo; pocas, pero en ocasiones me reconozco. Bueno, esto ni lo corrijo, así lo colgaré. Así lo cuelgo.

No hay comentarios: