domingo, 16 de marzo de 2008

El retorno

—¡Coño! Ése es mi móvil.
.....Por lo corto de la melodía supuse que era una “perdida”. De mi hija, «que no viene a comer», pensé.
.....Aun así lo comprobé. Me había equivocado. Cuando llegué a la pantalla oportuna apareció el nombre de “ERRE CA móvil”.
.....Joder, si yo no tengo grabado su número! Ni sabía que tenía móvil.
.....Por inercia, lo hago con mi hija, seleccióne “OPCIONES” y después “CONTESTAR”. «Eso es que ya ha llegado a Madrid”.
.....Hola!
.....Jodé, tío, qué fío.
.....Oye, ¿estás bien?
.....Zí, pedo con musho fío.
.....A mí no me gusta [mentira, me duele gastar dinero usando el móvil, pero eso no le importa a nadie] gastar en llamadas al hombre del tiempo. ¿Has llegado bien?
.....Zí, pedfestamente.
.....¿Y dónde estás que tienes tanto frío?
.....—En tu figodífico, no puedo abid la puedta dezde dento.
.....Colgué y pensé que aquello no era posible. Lógicamente fui a la cocina y abrí el frigorífico. Y allí estaba el pobre (dirán algunos, porque yo no), con una sonrisa bobalicona y congelada.
.....Menoz mal que m’he puse este shari.
.....Erre C.A., eso no es una shari, es una camiseta de turista hortera.
.....Pedo abiga, Mendugo. No me vas a dejá entá en tu caza.
.....Si ya estás dentro, morrazo. ¿Y por qué no entras por la puerta como todo el mundo?
.....Podque yo no zoy to el mundo. Zoy zólo un dano, pozi no t'habías dao cuenta.

.....
.....Así llego el rano a mi casa después de su aventura hindú.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo siento por ti, pero me alegro que haya vuelto. Le echaba mucho de menos........

Mendrugo dijo...

Yo también, no creas.