jueves, 26 de junio de 2008

La estadística y la esperanza

Desayunábamos Erre C.A. y yo.
—Ayer entré en las estadísticas de este blog. Hacía mucho que no entraba ­—le comenté por decir algo y que no todo fuera tragar galletas.
—¿Y qué tal? —preguntó con la boca llena.
—Depende.
—¿Depende de qué? ­
—De cómo te lo tomes.
—¿Y tú cómo te lo tomaz?
—Con cierta indiferencia, no como tú las galletas.
—¿Y pod qué entaz a vedlaz?
—Supongo que por curiosidad, por morbo, por esperanza…
—¿Y eza quién ez? Ni tu hiha ni tu muhed ze llaman azí.
—Digamos que es una presunta que hace seguir a hombres y mujeres.
—Poz yo no la conosco.
—Estoy hablando de hombres y mujeres.
—Yo, ez que, dezpuéz deztad tanto contigo me teno pod uno máz. Pedo, ¿qué mibaz a desí de laz eztadízticaz?
—Que el último veintitrés entraron cien internautas en el blog?
—Y qué zon sien colgaoz compadado con la inmenzidá dintedné?
—A eso me refería con el depende de mi contestación y con lo de la presunta esa.
—¿La EZpe?
—Sí, la Espe. Pero dicho así suena a dueña de cadena de televisión, como VerLosCoñi.
—Zi tú lo dises.

No hay comentarios: