Humanos

El de Pidataz del Cadibe

—¿Te guzta la múzica de Pidataz del Cadibe, Mendugo?
—Sí, mucho.
—¿Y conosez la Ley Zinde?

—Sé de qué va, pero no la he leído. ¿Por qué?, no entiendo la relación.

—Pod laz zozpeshozaz astividadez que dealizsaz en tu oddenadod pod laz noshez. Que no hay quien buzque resetaz en Intedné. 

—Métete en tus cosas, guapo.

—En ellaz me meto.

—No lo veo yo así.

—¿Y quién le va a hased la comida a Ede Se A zi daz con tuz huezoz en la cádsel?

—O sea, de comer no pasas, pero de la delincuencia...

—Si no m’afesta...

—Siempre pensando en lo mismo.

—Vozotoz también andáiz ziempe penzando en oto lo mizmo. Zobe todo loz tíoz.

—Te acoges a todos los tópicos. No ahorres tanto en razonar.

—¿Y tú? Anda que no t’eztáz ahodando na en entadaz de sine.

—Mi chica y yo no tenemos los mismos gustos cinematográficos, así que yo siempre he ido poco al cine.

—Y ahoda menoz.

—¿Qué pretendes, que me sienta un delincuente?

—No. Petendo potehed miz intedezez.

—Te podía haber llamado Andrés en vez de Erre C. A.

—¿Pod?

—Por el refrán.

—No zólo te quiedo pod el intedéz.

—¿Es que me quieres?

—Una miaha zí. El dose hase el cadiño

—Y el trece y el catorce.

—Qué shizpozo, de mayod meshedo. Pedo, me zabía mal llevadte tabaco a la tena.

—Vale ya de hablar de empapelarme, ¿no? Además, si vienen a por mí, te hecho la culpa a ti, y sanseacabó.

—Zedíaz capás, pedo anda que ze lo van a queed.

—¿Y por qué no?

—Pod la ezpediensia en el zúpedmedcado. ¿O no t’acueddaz?

 —Ya, ¿pero es que acaso no hay ranos delincuentes?

—No. Con musho modo zí, pedo devienta-copydigh no. La popiedá pivada ez un invento humano. Tampoco compadtimoz con vozotoz la nesesidá del dominio teditodial. Que ente unaz cozaz y otaz ziempe eztáiz liaoz.

—Pues te recuerdo que yo no tengo antecedentes penales.

—Ni yo.

—¿Y lo de la Moncloa?

—Quía fama y éshate a dormid.

—Eso se te da muy bien a ti.

—Ya, pedo ahí tienez oto invento humano pod el que zoiz capasez de matad: la dishoza fama.

—A algunos nos gusta mantenernos en el anonimato.

—Y otoz noz confodmamoz con no tened que buzcad oto que tague tanto como tú.

—Eso sería más difícil para mí.

—Poz el día que me ponga en güelga de hambe vaz a tened un poblema d’almasenahe de pedesededoz, ya vedáz.