martes, 24 de julio de 2012

Falta de ganas

—Disen que z’eztá cosiendo una buena pedo que cada ves lo tenemoz máz cudo. No lo entiendo.
—Hoy no tengo ganas de hablar —quise dejar claras mis intenciones .
—Mida, hoy el zeñod z’ha levantao con el pie isquieddo.
—No aproveches —le advertí al rano.
—Y ensima ezihiendo.
—Vale —quise cortar.
—¿Haz dodmido mal?
—Sí, he dormido mal —le contesté con desgana.
—Ez que no zabez ni dodmid.
—No.
—Con lo fásil qu’ez.
—Más fácil es estar calladito —dije con ironía.
—¿Qué tiene que ved la libertad d’ezpezión con dormid mal?
—Nada —dije escuetamente y suspiré.
—¿Y de qué noz van a dezcatad? ¿De nozotoz mizmoz?
—Supongo.
—Antez loz tapoz zusioz ze lavaban en caza.
—La globalización... —comenté sin ganas.
—Ahoda lo llevamoz todo al tinte.
—Es más cómodo.
—Pedo hay qu’eshad moneditaz en la danuda.
—Que sí, pesado —le seguí la corriente.
—Hoy no t’animaz tú ni tidándote a eza Badtola.
—No.
—Zi quiedez hago yo la comida.
—No estaría mal. Por un día...
—Pada ezo eztán loz amigoz.
—Fabada, ¿no? —aventuré.
—De bote. ¿Lo dudabaz?
—No.
—Poz no ze hable máz. Venga, que caliento laz hudiaz y a comed.
—¡Pero si son las diez de la mañana! —protesté a pesar de mi estado de ánimo.
—No dehez pada mañana lo que puedaz hased hoy.
—No. Comemos a la hora de siempre dije con algo más de energía.
—Pedo mida qu’edez cuadiculao.
—Será por eso —no entré al trapo.
—Poz entonsez voy a dezayunad ota ves.
—Vale, y así me dejas un rato tranquilo.
—¿Quiedez un cafetito?
—Estás tú muy amable —me extrañé.
—Ez que no tengo confiansa con ninguna Madía y yo zé que tú zí.
—¿Y eso qué tiene que ver con la comida o con el café?
—Podque no zé cómo voy a calentad laz hudiaz.
—No te entiendo.
—Pozque aquí pone que laz calientez al baño Madía. Y me contadáz. Y luego eztá ezta adgolla que no zé pada qué nadisez zidve.
—Si tiras de ella la lata de abre.
—Eztá muy duda. ¿Y qué hago luego con laz hudiaz?
—Las echas en una cacerola.
—¿Y dónde hay una casedola?
—Mira, déjalo. Ya hablaré yo con María —le contesté algo irritado ya.
—¡Ensima no t’enfadez!
—¿Encima de qué?
—De que todo lo tiene que hased Ede Se A.
—Hoy no discuto.
—Hasez bien. Cuando uno no vale pada na ze queda zin adgumentoz.
—Sí, tú anímame.
—¿Y qué te queez qu’eztoy hasiendo dezde que t’he vizto ezta mañana?
—No sé si reír o llorar.
—Die mehod, ez máz zano y no te dezhidataz.











Imagen bajada de  www. recetasdeblanca.blogspot.com

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