Mitos

—Ezo de que la luna zólo zale de noshe ez un mito. Mida.

—Como tantos otros —contesté al rano al asomarme a la ventana.

—O zea, que vivimoz engañaoz.

—Hay quien piensa que es la única manera de vivir.

—Yo queía que la veddá noz hasía libez.

—Sí, lo mismo que el trabajo. Y si no, díselo a los judíos que sufrieron el Holocausto.

—¿Pod qué?

—Porque esa frase, el trabajo os hará libres, la colocaron los nazis a la entrada de varios campos de concentración y exterminio.

—Pedo la que yo he sitado ez una faze de Zeus de Nasadé.

—Que se la han apropiado los políticos para sus fines. Jesús se refería a que la verdad nos liberaría de la esclavitud del pecado. Y como verás no tiene nada que ver con la libertad de opinión ni con la supuesta de voto.

—Ez cudiozo que loz políticoz le hayan dobao a loz cudaz la faze.

—Los políticos roban a todo quisque. Pero es natural que les hayan ganado la partida con la frase y la intención.

—¿Cómo disez?

—Que mientras el sector de mercado de los curas se reduce a sus fieles, el de los políticos se ve aumentado por los no creyentes y por los seguidores de otras religiones.

—Ah, ya. ¿Pedo la Iglezia Católica no ez ecuménica?

—Ya quisieran ellos. Están en los cinco continentes, pero no. Y cada vez menos. Ves, otro mito.

—Ezo lo disez tú.

—Que no. Ellos también. Mira, según World Christian Database, la religión musulmana cuenta con 1.322 millones de fieles, mientras que los católicos se quedan en 1.155 millones. Aunque eso sí, hay 2.153 millones que creen en Cristo.

—Y loz que no queemoz, ¿cuántoz zomoz?

—Unos 420 millones. Pero yo creo que si fuéramos inmortales esta cifra aumentaria exponencialmente. El miedo funciona mejor que la libertad. Acaso porque ésta tenga límites y el primero no.

—A codto plaso quisá, pedo a ladgo..., no ze yo.

—Esperemos que tengas razón.

—De todaz fodmaz, Mendugo, edez mu detodsido.

—¿Por qué?

—Podque yo zólo te había enzeñado la luna a laz dies de la mañana. El zol y la luna no zon incompatiblez. No como Ede Se A y tú.

—Eso, el burro delante para que n o se espante.

—Mida, ahoda no tengo ganaz de hablad de budoz. Ademáz en eza dizczión ganadíaz tú, eztáz máz entedao. Loz danoz zabemoz de danaz, loz budoz...

  

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