Cajón de sastre

 —¿Tú edez zazte?

—¿Yo, sastre? —me sorprendí de la pregunta—. ¿Por qué?

—Pod tu cahón.

—¿Qué le pasa a mi cajón?

—Poz ezo, qu’ez un cahón de zazte.

—¿Y tú qué tienes que revolver en mis cosas?

—¿Devolved? No podía, baztante devuelto lo tienez tú ya.

—Pero sé lo que tengo y donde lo tengo.

—Y tampoco edez del PP, ¿no?

—Pues no, mire usted —volvió a sorprenderme el rano—. ¿Lo dices también por el cajón?

—A ved. Ze padese a la cabesa de Dahoy.

—Sabrás tú coómo tiene la cabeza el presidente del gobierno.

—A loz heshoz me demito.

—Bueno, vale, pero no toques mis cosas.

—Ede Se A ez como todo ezpañolito, no toca, zolo mida y lo ve pazad.

—Ni mirarlas. Y el cajón, que yo sepa, no se abre solo.

—Ni laz quiziz. Pedo zi no ze habe zolo ez que te lo dehaz tú abiedto.

—Para que se oree —quise zanjar el asunto.

—¡Mida! Un Dióhenez limpio y pulco.

—Y mira quien fue a hablar, el que tiene la boca llena de quincalla.

—Poz tú te la llenaz de palabaz y yo no te digo nada.

—¿Qué no me dices nada? Vemos la paja en el ojo ajeno.

—¿M’eztáz llamando hipóquita? Podque yo no zoy médico.

—¿Qué?

—Hipóquita, de Hipócatez.

—¡Qué tendrá que ver Hipócrates con la hipocresía!

—Al menoz el hipo y el hudamento hipocático.

—¿Ahora llamas hipócritas a los que hacen el juramento hipocrático?

—Yo no digo na, que luego to ze zabe. Pedo ezo del depago, de cobad laz udhensiaz a algunoz...

—Eso no es una cuestión medicinal, sino administrativa. Son medidas económicas, no médicas.

—Vez, ya zale ota ves don Madiano.

—¿Tienes algo contra él o qué? Porque te ha dado, ¿eh?

—Pedzonalmente no, pedo...

—¿Pero qué?

—Que lo tiene menoz clado que yo lo de Hipócatez.

—Eso crees tú, ¿no?

—Zí, ezo queo.

—Ya, pero entre col y col alemana, mete lechuga ideológica nacional.

—Yo no hablo del Madiano aguicultod, zino del político. Que no t’entedaz, contedaz.

—Mira, vamos a hacer una cosa: cierra tú el cajón y yo cierro la conversación, porque si no, me voy a tener que suicidar con una zanahoria.

—Colez, leshugaz y ahoda sanahodiaz... A ti cualquieda t’entiende... Pedo sieda tú el cahón que peza musho y ciedo yo la convedzasión como ziempe hago.

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