El virus Google

—¿Pada qué tienez ezoz mamotetoz?

—Cuestión de cariño, supongo.

—Edez un zentimental y un Dióhenez, zi no, no z’ezplica que zeaz popietadio de una ensiclopedia astualmente.

—Mis hijos y yo la debemos bastante, la hemos usado mucho.

—Pedo no contahían el viduz.

—¿Qué virus?

—El de zaciad la curiosidad d'inmediato y en cualquied lugad.

—No te entiendo.

—Poz ez mu fásil. Ahoda eztáz hablando de algo y sudhe una duda y no puedez evitad id al oddenadod o uzad el móvil pada acladadla.

—Antes también podías hacerlo sin Internet.

—No ez lo mizmo. ¿Y zi ibaz condusiendo, pod ehemplo?

—Ahora no debes usar el móvil si conduces.

—Pedo tu acompañante zí.

—Tienes razón.

—A ved quien eda el guapo de llevadze toda la Ladouzze de viahe. Ahoda el zabed y la cultuda zon máz azequiblez.

—Y para ti máz.

—Ya te digo. Yo no puedo manehad eztoz volúmenez. Y loz niñoz tampoco. En cambio, un pesé o un móvil lo maneha cualquieda que zepa ezquibí... Y, ademáz, ¿pada qué quiedez apendedte laz cozaz de memodieta zi laz puedez conzultad en cualquied momento?

—Hay cosas que hay que tener en la cabeza, si no, malamente puedes razonar.

—El que dasone. Y no conosco a mushoz.

  

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